Existen tantos tipos de pareja como personas hay en el mundo ya que una pareja implica la interacción de las características personales o psicológicas de cada uno de sus miembros. Por tanto una relación de pareja es más compleja que un sólo individuo y se han de tener en cuenta las características de las personas que la forman.

Podemos encontrar ciertas características comunes en una relación de pareja saludable tales como comunicación, conexión, respeto, intimidad, atracción, compromiso, cariño, confianza y apoyo, y es en estas bases donde se han de buscar las causas tanto de la armonía como del deterioro de una pareja.

Los problemas de pareja pueden surgir del déficit o deterioro de una o varias de las características citadas anteriormente, y este deterioro puede deberse a diversas causas, como atravesar situaciones vitales estresantes para uno o ambos miembros de la pareja, tener necesidades o expectativas distintas sobre la relación o la vida, la evolución individual de cada uno de los miembros, llevar a cabo acciones que comprometen el acuerdo inicial acerca del tipo de relación que se desea tener, la discrepancia en los valores esenciales de cada uno, la falta de cuidado de la relación al darla por sentada olvidando que es una elección libre de cada uno...

La terapia de pareja está encaminada a solucionar las dificultades que existen en la relación de pareja, o en caso de separación, a fomentar un proceso saludable para cada uno de los miembros.

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